^{Tiempo de lectura: 10 minutos.}

Siempre pensé que la felicidad era algo que tenía que alcanzar.

Algo externo a mí.

Algo que no venía "de fábrica".

Una cosa que se lograba haciendo o adquiriendo otras cosas.

Y así es como durante mucho tiempo me encontré persiguiéndola de diversas maneras:

• Con una carrera universitaria.

• Con relaciones sentimentales.

• Con amistades duraderas.

• Con proyectos artísticos y un buen trabajo.

• Con viajes y un montón de experiencias.

• Y por supuesto: comprando cosas (muchas cosas)

Pero hace un tiempo me di cuenta de algo:

Cada vez que alcanzaba alguna de estas metas experimentaba placer (podríamos llamarlo incluso “plenitud”),

pero con el paso de los días (a veces incluso horas!) esa maravillosa sensación se desvanecía y era reemplazada por una nueva necesidad.

Una nueva zanahoria 🥕

Curiosamente, a esa sensación de “plenitud” le que seguía una de “vacío”, y en el mejor de los casos, frustración y/o confusión.

Cuando tomé conciencia de este comportamiento

y comencé a comentarlo con la gente cercana, me di cuenta de que no estaba solo.

Muchos amigos y familiares estaban pasando por lo mismo:

• con su siguiente viaje ✈️

• con su presentación de tesis 👩🏼‍🎓

• con su compra de nuevo auto 🚘

• con su siguiente mudanza 🏡

• y con un largo etcétera 👯‍♀️

Todos pensaban que al llegar a ese objetivo, se sentirían felices y tranquilos.

Observando con perspectiva, caí en la realidad de que estaba viviendo la vida como un videojuego (pero no como uno divertido):

iba de meta en meta,

de checkpoint en checkpoint 🏁

esperando llegar a un lugar que -spoiler alert- no parecía existir.

Comencé a sospechar de que tenía que haber otra manera de vivir la vida.

Una que tal vez nadie nos enseñó,

(probablemente porque al sistema que enseña no le convenga).

Y así, investigando un poco, llegué a un concepto que me ayudó mucho.

Un concepto que creo, puede beneficiar a cualquiera por el simple hecho de conocer su existencia.

Estoy hablando de:

La Falacia de la Llegada

^{¡Qué nombre!}  

Pareciera que venimos con un chip incorporado que nos hace creer que si logramos "esa cosa que nos propusimos”, el futuro será mejor.

Por fin estaremos tranquilos,

por fin seremos felices.

Y en cierta forma, hay que admitir que este mecanismo nos hizo evolucionar como especie: es lo que nos hace movernos hacia adelante.

Hasta ahí vamos bien ☝️

El problema que yo veo con esto

es que entre tanto perseguir ese futuro…

nos olvidamos de vivir lo que tenemos acá,

y que en última instancia: es lo único que tenemos.

Vamos con un ejemplo cotidiano:

El Problema de las compras por Internet

Yo amo comprar cosas por Internet 🛍️

El simple hecho de elegir desde la comodidad de mi sillón,

poder comparar precios, leer reviews de otros clientes,

y que encima llegue a mi casa sin tener que perder tiempo en ir a buscarlo…

es casi que mágico.

Pero también tiene su lado oscuro 🌓

La diferencia de comprar desde la casa vs ir a comprar a un negocio,

es que al comprar online NO obtenemos el producto inmediatamente,

pero aún así liberamos buena cantidad de dopamina con solo darle click al botón “comprar”.

^{(de hecho, comenzamos a liberar dopamina con solo meternos a Amazon o MercadoLibre)}

Y ahora también se suman las expectativas (de las cual hablaremos más adelante),

y así es cómo durante toda la semana,

nos encontramos pensando en el día que nuestro paquete llegue a destino.

Y un día ese momento llega 📦

Y otra vez, liberación de dopamina.

Y no nos engañemos: todo es hermoso (especialmente durante el momento del unboxing).

Y claro que nos sentimos genial…!

…bueno, al menos por un rato.

Porque con el pasar de los días comenzamos a acostumbrarnos a nuestra nueva adquisición.

Y casi sin darnos cuenta,

empieza a formar parte de nuestro paisaje cotidiano.

Y nos encontramos de nuevo pensando en esa otra cosa que nos falta.

Y así es cómo volvemos otra vez al bucle del constante e interminable consumo,

buscando “eso” - que nunca vamos a obtener.

Aunque la “ironía” de la siguiente cita lo ilustra mucho mejor:

Placer no es lo mismo que Felicidad.

Por mucho tiempo confundí placer con felicidad.

Pero un día observé que habían cosas que me daban placer,

y NO necesariamente me daban felicidad.

^{Un buen ejemplo es cómo suelo sentirme luego de una larga, divertida y placentera noche de parranda (NO especialmente feliz)}

Quizás el júbilo y la satisfacción estarían más cerca del placer,

porque son el resultado de algo.

¿Pero la felicidad? La felicidad no pareciera ser tanto un resultado,

sino mas bien un proceso continuo.

O sea que no es algo que se logra al llegar a un determinado punto,

sino más bien algo que se transita.

Es el camino, no el destino 🏔️ 

^{(por algo los clichés son clichés?)}

Dicho todo eso, las “definiciones” que realmente cambiaron mi perspectiva de la felicidad son las tres que voy a enumerar a continuación, comenzando con la primera que me parece impecable:

1) Conciencia de Crecimiento

Probablemente la definición más simple de la lista sea la de Alexander Lowen, terapeuta y autor de la terapia llamada Bioenergética.

Aparentemente Lowen le comentó a Reich (su mentor, quien a su vez había sido discípulo de Freud, dato de color) su definición de la felicidad.

Él mismo lo describe así:

^{¿No está mal? Pará Reich, qué exigencia!}

Consciencia del Crecimiento 🏔️

Lo que más me gusta de esta breve definición,

es que pone a la felicidad como algo disponible para cualquiera,

Algo que está en nuestras propias manos (en lugar de manos externas).

¿Pero a qué se refiere con Crecimiento?

Según el mismo Lowen, el crecimiento es la expansión en múltiples niveles.

Esa expansión trae consigo nuevas conexiones.

Y cuando podemos hacernos conscientes de esas nuevas conexiones, es que nos sentimos felices.

Por eso la felicidad poco tiene que ver con los resultados.

Porque la expansión es un proceso.

Y la felicidad es solo su consecuencia.

2) El Poder de la Interpretación

Otra definición que va muy de la mano con la de Lowen, es la de Mihaly Csikszentmihalyi (sí, su nombre es literalmente igual al final de su apellido)

Mihaly es el autor del estupendo “Flow”, libro que casualmente me encuentro leyendo en este momento, y que si bien aún no termino, desde ya lo recomiendo.

Para explicar su forma de ver a la felicidad,

será conveniente describir primero lo que para él NO es.

Para Mihaly la felicidad:

• NO es algo que sucede.

• NO es el resultado de algo.

• NO es algo que pueda comprarse.

• NO es algo que dependa de acontecimientos externos.

Para él la felicidad es algo que cultivamos en nuestra conciencia,

que no depende de los acontecimientos externos, 

sino mas bien de cómo los interpretamos.

Algo muy parecido a lo que venían diciendo(se) los estoicos miles de años atrás.

• El emperador romano Marco Aurelio había escrito en su journal personal que:

• Mientras que Epicteto, filosofo greek street -quien inicialmente había iniciado su carrera como esclavo- enseñaba a sus alumnos que:

Aunque probablemente la cita más significativa sea la de Viktor Frankl, psiquiatra y autor de la Logoterapia.

Para quienes no lo saben, Frankl pasó por tres campos de concentración (!) entre el 1942 y 1945.

Esa misma persona escribió:

Una breve historia de mi época escolar que ilustra el poder de la interpretación:

Recuerdo que yo iba al colegio con dos hermanos mellizos: Álvaro y Pablo.

Durante los días normales, ambos se comportaban de manera muy similar, y era difícil distinguir quién era quién (siempre le decía “Álvaro” a Pablo, y viceversa).

Sin embargo, algo interesante sucedía en los días nublados 🌨️

Durante las mañanas grises, uno de los hermanos (francamente no recuerdo si Álvaro o Pablo) llegaba a la escuela en modo_bajón.

Decía que la lluvia y las nubes afectaban sus niveles de energía y su capacidad de prestar atención en clases. Odiaba tener que rendir exámenes mientras llovía, por ejemplo.

Me acuerdo que repetía “Hoy es un día ideal para quedarse viendo Cartoon Network en casa” (honestamente yo era de su equipo, planazo).

Pero por otro lado, su hermano parecía activarse durante los días nublados ¡y especialmente en los lluviosos!

Decía que podía concentrarse mucho mejor, porque la lluvia lo ayudaba a despejar su mente y eso lo cargaba de energía y potenciaba su capacidad de enfoque.

Esta historia ilustra claramente que no era el día nublado en sí lo que determinaba la experiencia, sino cómo la interpretaban.

Bueno, Mihaly lo explica mejor:

3) Expectativas vs Felicidad

Como mencioné antes, las expectativas tendrían un capitulo aparte:

Es que si nos ponemos a pensar,

las expectativas juegan un papel crucial en nuestra felicidad.

Determinan cómo viviremos una experiencia.

Por dar algunos ejemplos:

• Si esperamos que nuestra abuelita nos regale 100 pesos, pero nos regala 10.. nos sentimos decepcionados.

  Pero si esperamos que nos regale 5, y nos regala 10, nos pone muy contentos.

• Si vamos a una fiesta esperando encontrarnos con ESA persona, y esa persona no aparece.. es probable que la fiesta nos parezca aburrida.

  Pero si no estamos esperando cruzarnos con nadie en particular, y nos encontramos con una amistad que hace tiempo no vemos, nos pone contentos y de repente la noche puede resultar en una grata y divertida sorpresa.

• Si probás un tentempié esperando que sea dulce y al final es salado, probablemente te de asco. Igualmente creo que este no es el mejor ejemplo de la lista (me di cuenta mientras escribía que siempre prefiero saber si lo que estoy por llevarme a la boca es dulce o salado).

  De hecho, desestimen el tercer ejemplo, y pasemos rápido a una conclusión.

El autor James Clear, en su libro Hábitos Atómicos, lo pone de la siguiente manera:

— Una experiencia promedio precedida de altas expectativas, termina siento una decepción.

mientras que

— Una experiencia promedio precedida de bajas o nulas expectativas, termina siendo un deleite.

Y todo esto me recuerda al consejo que me dio mi buen amigo Elio:

Recapitulando

Ya vimos que:

• La Felicidad no está en el futuro y que solo puede experimentarse en el presente.

• La Felicidad no es un resultado, sino un proceso.

  Y que no es lo mismo que placer (que sí es un resultado).

• La Felicidad no proviene ni depende del exterior, sino de nuestras propias interpretaciones.

• Podemos experimentar Felicidad gratuitamente cada vez que nos hacemos conscientes de nuestro progreso, desarrollo, crecimiento, o expansión en cualquier área de nuestra vida.

10 Pequeños Cambios que pueden marcar un enorme impacto en nuestros niveles de felicidad.

• Dar sin esperar recibir 🫴

• Vivir sin expectativas (o reducirlas al máximo posible) 🍃

• Hacer las cosas de corazón 🫶

• Ser consciente del deseo de las demás personas.

  Facilitar el camino y hacerles la vida más fácil a otros/as (sin que eso comprometa nuestro bienestar) 🫂

• Ser consciente de que siempre estamos donde tenemos que estar 🏔️

  con la persona indicada en el lugar indicado en el momento indicado

• Interpretar todo (absolutamente todo) a nuestro favor 🦅

• Sentirse bien con uno mismo 😙

  Recordarse constantemente que estamos haciendo lo que podemos con las herramientas que hoy tenemos.

  Es el intento de mejorar aunque sea un 1% cada día lo único que importa ✊

• Ceder el paso cuando otro auto quiera meterse en nuestro carril 🚙

  (posta, esta es una de esas cosas muy simples pero a su vez muy gratificante. Nada como ver a la persona del otro auto haciendo cualquier gesto de asombro mixeado con gratitud) 

• Dejar que cada acontecimiento se desarrolle sin juzgarlo 🌚

  y si nos encontramos juzgando, entonces no juzgar al juicio! 

  Esto último, de no juzgarnos cuando estamos juzgando, es tremendamente poderoso! 

• Soltar la necesidad de control 🙌

  Confiar en el Universo (o como quieras llamarlo) y aceptar que todo es perfecto, tal y como es en este momento ✨

  Ah, y que todo fue perfecto, tal y como fue en su momento.

  Ah, y que todos están haciendo lo que pueden con lo que tienen.

Otro día les hablaré de dos pequeños hábitos que encuentro fundamentales para vivir una vida con mayor consciencia (y por lo tanto más feliz).

Pero de momento hasta aquí llegamos.

Esta es la primera de varias reflexiones que estaré enviando semanalmente.

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¡Hasta la próxima!

Nacho

#Post_Datas

En esos momentos donde más necesitamos sentirnos bien,

la música puede ser nuestra más grande aliada (o nuestra mayor enemiga, jeh).

• Así que aquí armé una playlist con 50 canciones para sentirse bien sí o sí. La curaduría es fina, pero vale aclarar, aleatoria. ¿que sirve para levantarla? sirve 👇

• Y bueno, ya que estamos: una watchlist de 60 películas domingueras, de esas que cuando terminan, decís “che pero qué linda es la vida..” 👇

(mis regalos por haber llegado hasta el final de mi primer Newsletter 🫶🏼)

Podés darle click a cualquiera de las dos imágenes para abrir las listas ☝️🫡

Ahora sí, hasta la próxima!

Nacho.

(nota: podés responder este correo si te late! leeré todas las respuestas ;))