Tiempo de Lectura: 8 minutos

¡Hola!

La semana pasada hablamos del poder del enfoque.

Hoy toca el otro lado de la moneda: los peligros del desenfoque.

Y sí, ya sé que te prometí mis 6 hacks infalibles para enfocarte (de procrastinador en recuperación a procrastinador funcional), pero eso viene la semana que viene. Lo prometo.

Hoy indagaremos en la mentira del multitasking.

El hechizo del multitasking

Hablemos de hacer muchas cosas al mismo tiempo.

¿Estás siempre ocupada, pero sintiendo que no avanzás?
¿Te cuesta concentrarte en tus proyectos personales?
¿Sentís que, por más que hagas mil cosas, no lográs nada significativo?

La razón es simple: el multitasking es una ilusión.

Nos vendieron la idea de que ser productivo es hacer muchas cosas a la vez. Pero en realidad, saltar de una tarea a otra no solo arruina tu capacidad de enfoque, sino que te deja agotado y con la sensación de no haber hecho nada importante.

Por mucho tiempo yo me jactaba de ser un experto en multitasking.

Cocinaba mientras conversaba, fumaba (en aquel entonces) y cebaba mates. Todo al mismo tiempo. No era sorprendente que tardara casi 2 horas en preparar un almuerzo —algo que mis amigos siempre señalaban. Mi respuesta era simple: "lo bueno lleva tiempo, pá…".

Ahora entiendo que lo que realmente llevaba tiempo era tener mi atención tan fragmentada.

El multitasking no es una habilidad. Es una trampa.

En lugar de hacernos más eficientes, nos convierte en coleccionistas de tareas inconclusas. Nos deja agotados, dispersos y con la sensación de que, a pesar de todo el esfuerzo, no logramos nada significativo. El problema no es que te falte disciplina o motivación.

El problema es que tu atención está fragmentada.

Y si no aprendemos a dirigir nuestra atención, el mundo lo va a hacer por nosotros. Por eso es clave empezar a elegir conscientemente dónde y cómo nos enfocamos.

Ahí es donde entra la diferencia clave entre distracción y tracción.

¿Tracción o Distracción?

Imaginate que tu atención es como un auto en movimiento. 🚘️ 

A cada momento, o estás acelerando en la dirección correcta o estás desviándote del camino sin darte cuenta. Por eso es clave entender esta idea que comparte el autor Nir Eyal en su libro Indistractable. Hablo de la diferencia entre Distracción y Tracción.

🛺 DISTRACCIÓN:

Es cuando hacés algo que te aleja de lo que realmente querés lograr.

En el ejemplo del auto, es como tomar la Ruta 40 hacia al Norte queriendo llegar a Ushuaia. Te vas a mover, pero no en la dirección correcta. Y puede ser tan obvio como scrollear sin sentido en Instagram, o tan sutil como revisar el mail cuando deberías estar trabajando en ese proyecto importante (guilty).

La distracción es todo lo que te desalinea de tu camino y te aleja de tus objetivos.

🏎️ TRACCIÓN:

Es cuando tomás acción de manera consciente para acercarte a tus metas.

Es decidir en qué enfocarte, sin dejar que el ruido externo (ni interno!) te saque del camino. En la metáfora del auto, sería como tomar la Ruta 40 hacia el Norte porque realmente querés llegar a La Quiaca. Y por más que sea atractivo, te mantenés en camino sin desviarte ni en Mendoza ni en Catamarca. *(qué te parecen estos ejemplos nacionales?)

En otras palabras, la tracción es todo lo que te acerca a tus objetivos.

Por eso queremos enfocarnos en todas aquellas actividades que nos traccionen hacia dónde queremos ir, y evitar esas que nos distraigan del camino. Pero esto es más fácil decirlo que hacerlo. Las redes, los mensajes, las noticias, los mails… todo está diseñado para capturar tu atención.

Y el multitasking es la puerta de entrada perfecta para la distracción.

Te Entrenaron para Desenfocarte

Nunca nos enseñaron a enfocarnos.

Pero no te enojes con la Seño María, de 5to grado… no es su culpa. Crecimos en un mundo al que le conviene hacernos creer que estar informados es lo mismo que estar atentos. Pero lamento decirte (bueno, en realidad no lo lamento) que es todo lo contrario:

La sobrecarga de información nos mantiene saturados y dormidas.

Ya lo hablamos hace unos newsletters atrás: hoy tenemos acceso a más data que nunca. Sabemos un montón de cosas, pero al mismo tiempo, nos cuesta más que nunca concentrarnos. ¿No es curioso?

Yo creo que la verdad es algo parecido a esto:

👉 La calidad de tu vida está directamente relacionada con tu capacidad de enfoque. 👈

Y si lo pensás un segundo, vas a ver lo potente que es.
Pero tranqui, ¡no hace falta alarmarse! porque la buena noticia es:

Enfocarse es una habilidad que podés entrenar.

(seguí leyendo que te cuento cómo)

4 Tips para recuperar tu enfoque (y tu energía)

Aprender a dirigir tu enfoque lo cambia TODO:

👉 Impacta en tu productividad, tus relaciones y tu bienestar en general.
👉 Cuando recuperás tu atención, podés elegir conscientemente en qué usar tu tiempo y energía.
👉 Y ahí empieza lo bueno: más confianza, más disfrute, más claridad.

No pasa de un día para otro, pero estos 4 consejos te van a ayudar:

1. Planificá con intención ✍️

Yo intento hacer esto cada mañana.

Es muy simple.
Antes de empezar tu día, tomate 5 minutos y preguntate:

• ¿Cuáles son las tres actividades más importantes del día?

• ¿En qué momentos haré esas actividades?

• ¿Con quién/quiénes las haré?

Acá el time blocking es clave: establecé bloques de tiempo para cada tarea y comprometete a respetarlos (esa es la parte más dificil).

Si no usás calendario, te insto a que empieces hacerlo.

2. Manejá tus emociones 🗯️

Dicen que el 90% de las distracciones no vienen de afuera, sino de adentro.

La escritora Charlotte Lieberman, en este genial artículo del NY Times, expone cómo la procrastinación no es un problema de gestión de tiempo, sino más bien de regulación emocional. En otras palabras, procrastinamos (distracción) porque estamos evitando una emoción incómoda.

ENTONCES! Antes de agarrar el teléfono por inercia, preguntate:

• ¿Qué emoción estoy evitando? 🧐 

• ¿Cómo me estoy sintiendo en este momento? 😶‍🌫️

• ¿Cómo haría a esta tarea tediosa una tarea divertida? 🎭

3. Enfocate. en. una. cosa. a. la. vez. 🪬

Sin duda una de las claves más claves de todas las claves.

El cambio constante de tareas deja un residuo de atención que reduce tu rendimiento. Dicen por ahí que el cerebro necesita 15 minutos para volver a enfocarse en una tarea después de una interrupción (y muchas veces, ni siquiera lo recupera).

Por eso: terminá esa cosa antes de empezar otra.

4. Eliminá las interrupciones intencionalmente 🤳 

Tu celular es el peor enemigo de tu enfoque.

Ya hablamos de esto en el newsletter pasado, así que hoy solo te daré una estrategia simple:

• Usá los modos de enfoque o modo avión.

• Ponelo en un cajón o en otro cuarto.

• Desactivá sonidos y notificaciones.

👉 Menos visibilidad = menos tentación.
👉 Más fricción = más enfoque.

El desafío: un bloque de enfoque

Te propongo el siguiente desafío:

• Paso 1: Poné tu celular en modo avión y guardalo fuera de tu vista (cajón, mochila, otro cuarto, la cucha del perro/gato).

• Paso 2: Configurá un temporizador de 45 minutos (acá hay uno online).

• Paso 3: Enfocate en UNA sola tarea hasta que el temporizador suene.

• Paso 4: Cuando se termine el tiempo, soltá la tarea y tomate un descanso de 5 minutos.* Podés repetir hasta 3 veces.

Vas a descubrir que el mundo sigue girando sin tus notificaciones... y que podés hacer más en menos tiempo. Es la forma en la que yo puedo escribir estos artículos!

Si lo probás, contame cómo te fue.

Los Post Datas

PD1:

Me encantó esta mini-serie de 6 capítulos.

Si te gustan las historias que envuelven con misterio, incomodan con su verdad y atrapan con su estética, te recomiendo The White Lotus. Una serie que mezcla sátira, tensión y belleza visual para mostrar lo más incómodo de la naturaleza humana.

Entre el lujo de un resort paradisíaco y personajes que no sabés si odiar o festejar, esta historia te deja con la sensación de que algo está a punto de explotar.

(y lo está)

No te voy a contar más. Solo mirala.

Nota: sé que hay una segunda temporada, y entiendo que se estrena una tercera. Sin embargo cada temporada es una historia distinta, como a mi me gusta (antología, lo llaman).

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Hasta la semana que viene,

Nacho
Creadores Versátiles