Una breve historia sobre la duda

(y los desastres que puede provocar)

Tiempo de Lectura: 6 Minutos

Hola!

Este newsletter será breve.

Quiero contarles una historia sobre la duda y sus consecuencias.

Hubo un tiempo en el que compartía casa con mi buen amigo Tito

allá por Palermo (Buenos Aires, no Italia)

Calle Ravigniani, casi Paraguay.

Era una de esas mañanas muy lluviosas y muy domingo,

momento propicio para boludear disfrutar de actividades aleatorias, escuchando jazz y tomando café ☕️

La vista del Ravi (nombre por el que se conocía ese hogar)

Ese domingo en particular, yo boludeaba navegaba por internet mientras tomaba mi segundo café, leyendo blogs de viajes, cuando de repente aparece una promoción increíble:

🛫 vuelo de Buenos Aires a Nueva York, ida y vuelta, 550 dólares 🛬

No podía creer lo que estaba viendo.

Llamo a Tito para que me ayude a corroborar la legitimidad de la oferta (siempre lo consideré un experto en detectar fraudes).

“Es legitima”, dice luego de 30 segundos de scroll.

“Es legitima!”

Lo miro emocionado. Vuelvo a mirar a la pantalla para corroborar el precio. Me froto los ojos. Vuelvo a mirar a mi amigo.

"Tenemos que comprarlo.", dice Tito con determinación.

“Pará pará, es en septiembre, y no sé si pueda comprometerme a viajar…” digo cauteloso.

Tito insiste: "Vos compralo. Después verás qué onda.”

La determinación de mi amigo me inspira.

Después verás qué onda. Qué gran un gran consejo, pienso.

“Ok, estoy adentro. Saquemos YA esas tarjetas.”

Y como si de sables samurai se tratara, desenfundamos las tarjetas de crédito de nuestras billeteras 💳

Un dorado que encandila ✨

Y ahora sí, estamos sumergidos de lleno en el proceso de compra:

rellenamos los campos con nuestros datos,

corroboramos los números de las tarjetas de crédito, por poco hasta hacemos el check-in y seleccionamos los asientos.

Ya esta todo listo. “¡New York allí vamos…!” exclama Tito.

always ventanilla

Tan solo falta darle clic al botón COMPRAR.

El cursor del mouse se dirige directo hacia el botón, y justo antes de dar el clic final, uno de los dos (yo) sugiere:

— Espera… ¿Y si nos fumamos un puchito antes?

— Un puchito… ¿como para meditarlo unos minutos, decís..?

— Sí sí.. nos fumamos un puchito, lo meditamos unos minutos, y al terminar, si nos sigue pareciendo una buena idea, lo compramos.

— Ok, total son 5 minutos.. qué diferencia habrá..

— Tal cual, 5 minutos… qué diferencia habrá…

“La pausa son 5 minutos…”

Ventana del living, piso 12, lugar donde se fuma.

Encendemos simultáneamente nuestros cigarrillos, y con la vista porteña y ese domingo lluvioso, Tito empieza a contar historias y datos curiosos de New York.

Yo solo puedo pensar en Mi Pobre Angelito, Seinfeld, y por supuesto, Un Argentino en Nueva York 🗽

Like Francella on ice

Seguimos fumando y fantaseando.

Desde la ventana, primero entra el sonido, después lo vemos: un avión pasa entre nubes ✈️

El universo esta en sincronía y en el aire hay poesía.

“Nueva York allí vamos”, murmura de nuevo Tito tras una pitada.

“Nueva York allí vamos”

Listo. Terminamos la fumación y estamos más que convencidos:

hay que ir a Nueva York en septiembre.

No existe plan B.

Es momento de proseguir con la compra:

Volvemos a la mesa del living,

la computadora aún muestra la página de compra,

ni el protector de pantalla automático hace aún su aparición (eso indica lo rápido fumamos).

Así nos imaginamos viviendo el otoño de Nueva York.

Y ahora sí, es momento:

El cursor del mouse se dirige lentamente hacia el botón COMPRAR hasta posarse sobre él con sutileza digital.

El dedo índice de mi mano derecha es la que da el clic. Y ahora, la adrenalina.

En la página aparece un nuevo cartel: PROCESANDO PAGO.

Y ahora, la incertidumbre.

El procesamiento de información se toma su tiempo. El internet anda lento (será la lluvia?). La tensión en el aire es palpable.

Y después de lo que parece una eternidad, el mensaje que nadie quiere ver en pantalla hace su aparición:

"LO SENTIMOS, YA NO QUEDAN ASIENTOS DISPONIBLES".

(…)

La cama elástica se vuelve de piedra.

El golpe es duro.

Nuestro sueño de viajar a Nueva York ((por ese precio)) se desvanece al instante,

los 5 minutos del puchito se llevan puestos un sinfín de experiencias que no fueron.

5 minutos de duda,
que se transformaron en 5 meses de arrepentimiento.

Quedamos como El Dino Duda.

Esta es una historia a la que acudo en mi mente cuando me encuentro dudando sobre algo (especialmente si se trata de un viaje!).

La duda mata más sueños que el fracaso.

Suzy Kassem

Las oportunidades se escurren como líquido entre dedos cuando vivimos en el estado de duda.

No solo eso, sino que la vida se vuelve mucho menos disfrutable (incluso cuando la decisión que tomamos dubitativamente termina siendo la correcta).

No se trata de tomar la decisión correcta, sino de tomar la decisión de forma correcta.

Estoy escribiendo un ensayo sobre El Poder de la Decisión,

que espero terminar y enviar en el Newsletter de la próxima semana.

Hablaré sobre:

  • el principal problema de tener a la duda como consejera de vida.

  • el miedo a equivocarse y el miedo a la incertidumbre.

  • la buena duda (cuestionar).

  • el superpoder de la decisión certera y veloz.

  • los 3 tipos de decisiones.

  • excepciones: las decisiones bajo presión.

  • cómo practicar ser decisivos en nuestro día a día (o cómo vencer la indecisión).

  • y un bonus track para ayudarte a tomar decisiones importantes ✍️

Así que manténganse en sintonía 📻

(no me cansa este latiguillo)

y nos vemos la semana que viene!

Nacho

++ Recomendaciones Misceláneas de la Semana

No sé si haré esto en todos los Newsletters, pero en este me pintó recomendar un disco, una peli, y un libro.

Cuéntenme si les parece un buen apartado para incluir en los habituales mails, y recuerden que leo todos los correos que responden!

Recomendación 1 | disco que estoy escuchando esta semana 💿

Recomendación 2 | película que me gustó de la semana 🎬

Recomendación 3 | libro que estoy leyendo 📖

Ahora sí, hasta la próxima!

🪶

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