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Cómo usar la IA sin perder humanidad
Lo que descubrí tras pasarle mi revisión trimestral a ChatGPT.
Tiempo de Lectura: 7 minutos
¡Hola, buen domingo!
Espero que andes muy bien.
Hoy te traigo algo nuevo que podría cambiar la forma en la que pensás, escribís y decidís.
Una propuesta para aprovechar esta genial época en la que vivimos,
sin perder de vista eso que nos hace humanos.
Pero antes, dejame contarte una historia.
Para eso viajemos a la década del 60…
La bisabuela de Chat-GPT

En 1966, un programador del MIT llamado Joseph Weizenbaum creó un experimento: el primer chatbot de la historia. Una de las primeras simulaciones de conversación entre humano y máquina.
Lo llamó Eliza.
Eliza no era inteligente.
De hecho, no entendía nada. Solo seguía unas reglas básicas de lenguaje: tomaba frases que el usuario escribía y las reformulaba como preguntas al estilo terapeuta rogeriano.

Una conversación con Eliza podría ir algo así:
Usuario: “Estoy triste porque mi papá no me escucha.”
Eliza: “¿Por qué cree que su papá no lo escucha?”
Usuario: “Porque siempre me interrumpe.”
Eliza: “¿Podría explicarme eso con más detalle?”
Simple, no?
Pero algo inesperado sucedió cuando las personas empezaron a conversar con el chatbot.
Estudiantes, colegas, amigos, ingenieros y científicos se sentaron frente a Eliza… y comenzaron a abrirse como nunca antes.
Empezaron a contarle cosas que no le habían dicho ni a sus parejas.
A compartir emociones profundas. A tener conversaciones de 30, 40, 50 minutos con una máquina que no entendía nada.
Weizenbaum se asustó.
No por lo que la máquina hacía, sino por lo que los humanos proyectaban sobre ella.
Decía que su secretaria no quería que él leyera sus conversaciones porque eran privadas.
“Ella me entiende mejor que nadie”, le dijo.
Aún sabiendo que sus respuestas… eran solo parte de un guion.

¿Y por qué esto importa hoy?
Esa historia parece lejana… pero no lo es tanto.
En un punto seguimos haciendo lo mismo.
O bien creemos que las herramientas tienen alma (por la tendencia humana a atribuir sentimientos o empatía a las cosas —como ver caras en nubes o autos) O, por el contrario, creemos que son inútiles y poco creativas.
Pero la verdad es otra:
Las herramientas solo amplifican lo que ya está en nosotros.
Y acá el camino se divide en dos:
Si formulás una buena pregunta, vas a sentir que la IA te devuelve una respuesta igualmente profunda.
En cambio, si no sabés ni qué querés ni cómo pedirlo, vas a sentir que la herramienta no sirve.
No sos vos, es el prompt.

Las primeras veces que usé ChatGPT, me pareció muy genérico.
Me devolvía textos muy bien redactados, pero sin alma.
Empecé a verlo en todos lados: redes, mails, publicidades, guiones. Me sentía abrumado por lo que parecía ser un nuevo estándar sin sustancia.
Pensé: “si esto es el futuro, estamos fritos.”
Pero un día lo cambió todo.
Un domingo, durante la revisión semanal, se me ocurrió copiar y pegar mi reflexión completa de la semana. Se lo pasé a la IA con un pedido muy simple: “Dame un feedback brutalmente honesto.”
Lo que me devolvió me dejó sin palabras.
Entonces fui más lejos:
Le pasé 3 meses de revisiones. Le pedí que me diera un nuevo feedback, pero que esta vez detectara los patrones y puntos ciegos que yo no estaba pudiendo ver. También le pedí que me recomendara pasos concretos para avanzar.
Y lo que me respondió… fue mejor que 12 meses de terapia.
Ese día vi el verdadero poder de esta herramienta, y entendí algo clave:
No es la IA, sino la persona detrás de ella.
Eso significa que la herramienta, por sí sola, no es nada.
Por eso, si pedís algo genérico, sin contexto ni dirección, obtenés ruido. Pero si sabés lo que buscás, y entendés cómo pedirlo, lo que vuelve puede cambiarte la vida.
(O al menos el día).
Reemplazo vs Amplificación

Hoy muchas personas se sienten intimidadas por esta tecnología.
Y tiene sentido:
Algunos estudios estiman que cada 5 meses la capacidad de la IA se duplica.
Esto significa que en 5 a 7 años, la IA será un millón de veces más poderosa que hoy.
Las mismas estadísticas estiman que cada 1 a 2 años, varias industrias serán transformadas. Lo que hoy significa estabilidad, mañana puede ser obsoleto.
Pero lo que hoy es una curiosidad, mañana puede ser el nuevo estándar.
La IA no va a reemplazar a los profesionales, pero los profesionales que usen IA reemplazarán a los que no. La buena noticia es que aún estamos a tiempo de aprender a integrar la IA a nuestras vidas y profesiones.
Estamos en un momento bisagra de la historia.
La pregunta no es “¿esto va a afectarme a mí?”.
La pregunta es “¿cómo puedo aprovechar esta oportunidad para mejorar mi futuro?”
Así piensa una mentalidad versátil.
¿Te gustaría aprender a integrar la IA a tu vida sin perder tu humanidad?

Uso herramientas de IA desde que salieron.
Y en mi cabeza, ya todos las usan.
Pero cada vez que hablo del tema, me doy cuenta de que no: la mayoría no sabe por dónde empezar, ni cómo aprovecharlas en serio.
Eso me dejó pensando… y se me ocurrió una idea:
¿Y si creara un taller práctico para explorar el potencial de esta herramienta?
La idea sería mostrarte paso a paso cómo yo uso la IA para potenciarme, no para reemplazarme. Y cómo vos también podés hacerlo, sin necesidad de saber nada técnico.
Solo necesitás apertura y curiosidad.
Además sería un workshop sumamente práctico.
Quisiera mostrarte cómo uso la IA para:
Crear contenido e ideas más rápido. ✍️
Hacer investigaciones personalizadas. 🕵️
Potenciar mi journaling y autoindagación. 🧘
Tomar mejores decisiones con perspectiva. 🪶
Organizar hábitos, rutinas, nutrición y ejercicios. ⚡️
Aprender habilidades nuevas de forma más rápida y profunda. 📚️
No importa a qué te dediques.
Lo que importa es que tengas preguntas, ganas y un norte (incluso si hoy está borroso).
En ese caso, la IA puede ayudarte a enfocarte, explorar y avanzar.
El futuro no se espera.
Se diseña.

¿Te interesa?
¡Genial!
En ese caso, me vendría muy bien tu ayuda:
Todavía estoy creando la estructura del taller…
(sería el primer grupal que hago en mi vida)
(de hecho, ni siquiera tiene nombre!)
Si te interesa ser parte desde el inicio, acá te dejo un formulario para:
Que me ayudes a elegir un buen nombre.
Que me ayudes a definir los temas clave que te interesan.
Que me cuentes qué haría que esta experiencia sea realmente útil para vos.
Como agradecimiento, voy a:
Guardarte tu lugar (sin compromiso).
Enviarte un precio especial exclusivo antes del lanzamiento oficial.
👉️ COMPLETÁ AQUÍ EL FORMULARIO 👈️
*te tomará 3 minutos
Todavía no tengo la fecha exacta —
pero los cupos serán limitados y se cierran en algún momento de julio
(o antes, si se llena).
Eso es todo por hoy.
Gracias por leer hasta acá.
Gran abrazo,
Nacho
Prompt de la Semana
¿Qué necesito preguntarme más seguido, y por qué no lo estoy haciendo?
Recursos Versátiles:
👉️ Accedé al Kit de Iniciación al Journaling
haciendo click acá.
👉️ Accedé a la Plantilla de Revisión Semanal
haciendo click acá.
🍿 PD1:
Sé que la película de hoy no será para todos, pero quizás seas de los pocos o pocas que les pueda gustar.

Point Blank es una película de venganza setentera (aunque es del 66).
Violencia sucia, peleas torpes y todo muy psychedelic aesthetic.
Película experimental de montaje onírico con planos cuidados al detalle.
Simple, rara, tarantinezca. Perfecta para un sábado de superacción retro-psicodélica.
🎶 PD2:
Y ya que hablamos de Tarantino, descubrí esta canción que bien podría haber formado parte de su filmografía.
💻 PD3:
Gracias a quienes respondieron interesados/as en los Sprints de Claridad.
Ya estuvimos haciendo algunos y salieron geniales 🎉
Los cupos de este mes ya se llenaron,
quizás vuelva a abrir agenda a finales de julio.
Mientras tanto, acá el formulario para el workshop de IA.
📩 PD4:
Si este newsletter encendió algo en vos,
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Hasta la semana que viene!
Nacho
Versatilistas
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